A LA PATRIA:
PROBLEMAS:
Esto de la Patria es algo difícil de explicar. Pero más difícil es comprender eso del amor a la patria. Por ejemplo, nos enseñaron que el amor a la patria es, por ejemplo, saludar a la bandera, ponerse de pie al escuchar el Himno Nacional. Emborracharse a discreción cuando Pierde la selección de fútbol. A discreción emborracharse cuando gana la selección de fútbol. Algunos etcéteras que poco cambian de sexenio en sexenio... Y por ejemplo, no nos enseñaron que amor a la patria puede ser, por ejemplo, silbar como quien se va alejando, pero, tras de aquella colina también hay patria y nadie nos ve, y nos franqueamos (porque uno siempre se franquea cuando nadie nos ve) y le decimos (a la patria). por ejemplo, todo lo que la odiamos y todo lo que la amamos y esto siempre es mejor decirlo, por ejemplo, a balazos y sonriendo. Y, por ejemplo, nos enseñaron que amor a la patria es, por ejemplo, usar sombrero de charro, saber los nombres de los niños héroes, gritar “¡Viva-arriba México!” aunque México esté abajo-muerto. Otros etcéteras que poco cambian de sexenio en sexenio. Y, por ejemplo, no nos enseñaron que amor a la patria puede ser, por ejemplo, callar como quien se muere, pero no, bajo esta tierra también hay patria y nadie nos oye y nos franqueamos (porque uno siempre se franquea cuando nadie nos oye) y le contamos (a la patria) la pequeña y dura historia de los que se fueron muriendo para amarla y que ya no están aquí para darme la razón, pero me la dan no estando, los que nos enseñaron que a la patria se le ama, por ejemplo, a balazos y sonriendo.
HABLA LA PATRIA
I
HABLAN LA PATRIA Y SUS DOLORES
Me han dado como un pedazo, De tierra adolorida, Llena de cicatrices, De heridas que no cierran, De golpes y caídas.
Me han dado como una maldición Que no se acaba, Como una casa derruída y amarga.
¡Cómo pesa la historia!
Llena estoy de traiciones y robos, Cada humillación se suma y crece, Cada miseria se acumula.
El águila imperial desgarra mis entrañas Y poderosos señores se reparten Mis mares y montañas, Mis ríos y desiertos, Mis valles y quebradas.
Éstos son mis dolores, Grandes son y no acaban: El dolor de mi sueño mancillado, El dolor de mi tierra empobrecida, El dolor de mi hijo traicionado, El dolor de mi lucha derrotada...
II
HABLAN LA PATRIA Y SUS TEMORES
Obreros del mar y de la tierra Son mis hijos, Las máquinas y el campo los devoran, Pobres nacen y pobres mueren. Ricos señores su sangre beben, Gordos están y satisfechos Pues yacen los héroes En las húmedas letras de la escuela. Temo despertar cada mañana Vacía de hombres y mujeres, Sola al fin y derrotada. Temo que nadie levante la cabeza, Temo que nadie me renueve Y que en un rincón de los museos, Me abandonen mis hombres y la historia...
III
HABLAN LA PATRIA Y SUS MAÑANAS
Pero no todo es del triste gris de mis penas. Hay por lo menos algunas cosas Por las que alegrarse y esperar cada mañana en cada tarde, en cada paso, bajo los altos rizos de mis ceibas. Mis soldados se mecen en mi sueño De pólvora y claveles con sus pasos andaré de nuevo. Los insurgentes reharán mi casa, Mi noche los cobija y los protege, Ellos construyen mi mañana. Roja será la mañana y limpia, Acá estoy, búsquenme bien.
Con sus manos el obrero me transforma, El campesino mi fruto siembra Y mis soldados me mueren con la muerte de los grandes. Con su corazón por levadura Harán el pan de luna, Lavarán mis ropas y mis llantos. Y por este mar que tanto duele Irán, marineros a mis puertos. Ya pronto nos veremos. Están los ingredientes: Sal-sudor, Sal-mar, Sal-llanto. El panadero atiza el horno de la historia Bajo los altos rizos de mis ceibas.
POEMA EN DOS TIEMPOS Y UN FINAL SUBVERSIVO
PRIMER TIEMPO
Resbalé Por La Sonrisa De una Palabra Taladrada. Ëse es mi origen... Pero, No Recuerdo Si fuí Expulsado O Tomé mis cosas Y Me descolgué Pensando...
SEGUNDO TIEMPO Fueron Palabras Las Que Nos crearon. Nos Formaron, Y desplegaron Sus hilos Para Controlarnos.
FINAL SUBVERSIVO Pero Yo Sé Que Algunos Hombres Se reúnen En cavernas, Y CALLAN...
Por otro lado, también podemos rescatar la poesía a la mujer que, de vez en cuando, aparece sumergida dentro de otros escritos, como la que apareció en un comunicado del Subcomandante, publicado por La Jornada el 22 de marzo de 1996.
“No es para marcar el inicio de la hendida luna de las caderas o para prometer el trigo que anuncia el vientre, no para hincharse luego de la vida que vendrá. Vuestra cintura existe sólo por y para mi abrazo...”
O sus innumerables alusiones a la luna, que suelen iniciar o terminar un escrito:
De nuevo plena, la luna trata de asomar su coquetería por detrás de la alta reja de las montañas de oriente. Con cuidado se arremanga la larga y redonda falda, adelanta un piecito y sube por detrás de la montaña como por una escalera. Cuando llega a la punta, extiende la blanca enagua y gira sobre sí misma...”
“La luna se asomó apenas para renovar, si acaso, una promesa disfrazada de flor. Pero, celosa como es, la lluvia la trajo detrás de nubes y humedades. Era ésa una madrugada como para que la soledad doliera...”
“Y en esa madrugada, como en esta, era la luna un solitario pecho desvaneciéndose en la nocturna mano del deseo...”
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