Según el pequeño Larousse, ultra es un extremo, pero si existe un extremo, existe la contraparte.
Por supuesto que este tema daría para escribir durante largos ratos, sin embargo, hoy lo circunscribiré a los problemas de la UNAM; de pasadita mencionaré al sector eléctrico y Chiapas. Temas que para el Dr. Zedillo no merecían ser abordados en su quinto informe de gobierno.
En las televisoras “amigas”, constantemente se les llama ultras a los estudiantes que se encuentran en el Consejo General de Huelga (CGH), sin embargo, en el otro extremo, se encontrarían el Consejo Universitario (CU) y por supuesto el Dr. Barnés.
Primeramente numeraré algunas de las causas que originaron este conflicto, y las causas por las que ha llegado a estos extremos.
El Sr. rector Barnés, en contubernio con el CU (en lo oscurito), acuerda modificar el Reglamento ¿Quién está atrás del problema de la UNAM?General de Pagos, (RGP) sin realmente llevar a efecto una consulta a la comunidad universitaria, que permitiera conocer su sentir, y para colmo, el acuerdo se lleva a efecto sin la presencia de los posibles detractores de tal medida, ya que no se les citó, y a los que llegaron a la sesión no se les permitió el acceso. (¿Esto no corresponde a la definición de ultra?).
La reacción no se deja esperar, y una gran cantidad de estudiantes se organiza para detener la medida ultra convocando a una movilización que culmina con la huelga, que a la fecha acumula mas de cinco meses.
Después de una interminable cantidad de desplegados pagados por las autoridades de las diversas escuelas y facultades, (léase nosotros con nuestros impuestos) tratando de justificar lo injustificable, y ante la respuesta en contra de tal medida no solo los estudiantes, sino de los padres de familia, electricistas, sociedad civil (sin organización ni partido), organizaciones sociales y de colonos, Barnés de Castro recula y modifica su propuesta para dejarla como “cuotas voluntarias” (como en las escuelas de la SEP, que son obligatorias para la inscripción).
Sin embargo el movimiento se radicaliza y ahora los huelguistas demanda seis puntos.
La rectoría se ha negado sistemáticamente a discutir públicamente este pliego, (¿actitud ultra?) propiciando la radicalización de las posiciones. El CGH, exige que la comunidad universitaria sea la que decida si las peticiones son o no justas, y que no sean los “representantes” (como nuestros diputados) los que de definan tales asuntos.
Los estudiantes están dispuestos a que por medio de la discusión abierta de toda la comunidad se definan los seis puntos que ellos demandan.
Ahora Barnés, (¿será Barnés) después de cinco meses parece que se ha dado cuenta que su propuesta fue unilateral y que es necesario replantear el procedimiento.
Han pasado muchas cosas desde el principio, sin embargo se puede decir que ha habido posiciones extremas de ambas partes, pues tanto unos como otros, han flexibilizado sus posiciones. Hoy no es el momento de hacer historia de lo sucedido, ni reprocharse el uno al otro las intransigencias pasadas. HOY,El diálogo entre universitarios ES MOMENTO DE SENTARSE A PLANTEAR ANTE TODA LA COMUNIDAD LA PROBLEMÁTICA QUE SE PRESENTA Y DARLE SOLUCIÓN
No es posible que se quieran resolver estos problemas sin la participación de los afectados, y que sea una “autoridad suprema”, (CU-rectoría), la que determine que si, y que no, se discuta o aprueba.
Por el lado del sector eléctrico, el ejecutivo plantea la privatización sin consultarnos a TODOS Y TODAS los dueños de éste patrimonio. (¿ultra?). ¿Seremos ultras los que nos oponemos a tal medida?.
Y por último el conflicto en Chiapas, el gobierno firma los Acuerdos de San Andrés en común acuerdo con el EZLN en febrero de 1995, y a la fecha, no los ha cumplido, y lejos de eso, crea un estado de sitio con 60,000 soldados y “15 organizaciones probablemente armadas” (declaró ayer el procurador de la PGR Jorge Madrazo Cuellar; no es declaración del otro Madrazo tan famoso).
"No podemos recurrir al método de esconder nuestros desaciertos para que no los vean, eso no sería honrado ni sería revolucionario, de nuestros errores se aprende también."
Ernesto Guevara de la Cerna.
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Construyendo la Coordinadora Nacional de Estudiantes
La grotesca caricatura del ¿ex?-Rector Barnés que cuelga de una reja del Colegio de San Nicolás es muda testigo de la llegada de cientos estudiantes de todos los rincones del país, al igual que de la expresión La caricatura de Barnéscombinada de enojo y asombro que muchos conductores ponen al ver la avenida Madero cerrada por una especie de templete y mantas de bienvenida. Estos choferes sólo dicen religiosamente: “¡otra vez estos profes!”.
Los conductores se equivocan esta vez, no son los maestros democráticos de la Sección XVIII los que cuelgan mantas y defienden la educación, en esta ocasión somos unos 400 estudiantes, delegados de más de 30 universidades y escuelas provenientes de varios puntos del país que se extienden desde Coahuila hasta Chiapas. La concentración frente al Centro Cultural Universitario se debía a la I Asamblea de la Coordinadora Nacional de Estudiantes (CNE).
Conforme pasaba el tiempo, los ojos que se dedicaban a buscar caras conocidas en otros encuentros, comenzaron a analizar los relojes y al sol, que neciamente mandaban claras señales de que la bienvenida e El Centro Cultural Universitarioinauguración se estaba retrasando por horas.
Por fin, comienzó el evento, y el desfile de oradores estudiantiles y palabras de ánimo de los padres de familia, indígenas michoacanos, profesores, y trabajadores. Muchos jóvenes desesperados rezongan que tienen hambre, por lo que un compañero de Oaxaca, desde el micrófono, les recordó que serían jornadas largas de trabajo, pues “les había tomado 500 años fregarnos, así que a nosotros nos iba tomar mucho más el recuperarnos”, definitivamente los calmó y los puso a reflexionar sobre que es mucho más fácil destruir que construir.
Muy grato fue el volver a ver esos ojos cafés que tan bien conocimos durante la Consulta por los Derechos de los Pueblos Indios, los de dos mujeres zapatistas y una pequeña niña que levanta su manita con la V de la Victoria, entran al CCU en medio de vítores, aplausos y la clásica desbandada de los La V de la victoriafotógrafos. Venían desde Chiapas a mandar un saludo de parte de todas y todos los indígenas en resistencia en el sudeste, “no se rindan, no se desesperen”. Y con la voz de la resistencia zapatista en nuestros oídos, nos fuimos a las mesas de trabajo: Principios, Estructura y Plan de acción.
Definitivamente, a los estudiantes nos falta mucho por aprender, aun quedan trazas del viejo sistema: el gusto por el discurso fácil, la confusión y mezcla de términos, la redacción complicada, intolerancia, e irresponsabilidad. Sin embargo, con todo y estos problemas, las mesas trabajaron, construyeron, discutieron. Nadie dijo que sería fácil.
Todo el que así lo quiso, representante de universidad grande o escuela pequeña, expresó sus puntos de vista y explicó su propuesta. De las discusiones, salió una declaración de principios que a grandes rasgos dice que la CNE es una organización de estudiantes mexicanos, que aprende de las luchas Una propuesta de logo para la CNEhistóricas. Se declara independiente de partidos políticos, del gobierno y órganos universitarios, es de caracter democrático, popular y con libertad ideológica, completamente antiimperialista y antineoliberal. Libertad, solidaridad, e igualdad son también sus principios. Por fin, a las 2:30 a.m. del domingo, la mesa de principios levantó la sesión.
Para no variar, el domingo la plenaria también empezó tarde y también por horas, pero en fin, se comenzó a trabajar, y nuevamente una sorpresa, pero esta vez no fue agradable como la visita de las zapatistas, más bien fue incómoda: la mesa de Principios había perdido el documento que había tomado 8 horas y media sacar adelante. Después de airadas reclamaciones de participantes de la mesa y de compañeros que no sabían ni qué, apareció el papelito, hora y media después.
Lineamientos generales y no estatutos –por considerarse demasiado tradicionales y partidistas- serán los que rijan la CNE.
Siguieron las discusiones en la plenaria, y sucedió algo más que hay que corregir en las próximas asambleas: la CNE encerró su lucha en dos puntos, indudablemente importantes, sin embargo demasiado específicos: la defensa de la gratuidad de la educación a nivel superior y del patrimonio histórico y cultural. ¿Por qué hay que corregir?, porque la gratuidad de la educación es sólo una parte de la batalla por la defensa de la educación, hay que participar también en la creación de programas de estudio para desarrollar ciencia y tecnología propia; no hay que dejar fuera los demás niveles de educación, sobre todo la educación básica, que algún día los hijos de los fundadores de la CNE tendrán que estudiar; olvidamos también la educación indígena definida en los Acuerdos de San Andrés. Defender el patrimonio cultural es de gran importancia, pero el patrimonio general de la nación debe ser un aspecto que la CNE cuide celosamente, el que está en peligro más inminente es la electricidad, pilar fundamental en el que se sostiene México.
La CNE está formada por estudiantes de todo el país que estudian carreras distintas, por lo tanto, la diversidad de pensamientos y preparaciones que existen en la CNE, deberá ser la diversidad de los lugares en donde ésta podrá aportar fuerza en la lucha popular. Los estudiantes universitarios nunca debemos olvidar, que sí debemos ser agradecidos por recibir educación, no a las autoridades, sino al pueblo, al campesino, al obrero, al indígena, que con su duro trabajo nos dieron esta educación, por lo tanto la lucha de ellos debe ser, sin discusión alguna, la de la CNE.
La primera asamblea de la CNE, tuvo defectos, quizá los más, pero todavía queda un camino infinito que recorrer, aun falta la segunda asamblea, la tercera, la cuarta... la semilla está sembrada.
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